En clase a veces nos ponemos nerviosos. Tenemos preocupaciones que nos alteran. Ocurre de vez en cuando que algo se nos mete en la cabeza y nos obsesionamos.
Es como algo que te da vueltas en el pensamiento -como dice Julio "que te agarra con sus fieras garras"- y no te deja en paz. Parece que tuvieras una lavadora centrifugando en tu cerebro. No puedes pensar en otra cosa.
Pero hay trucos para salir de ahí. Ayer, por ejemplo, Eder estaba nervioso porque se le había estropeado el móvil y no conseguía quitarse ese pensamiento de la cabeza y hacer las divisiones de matemáticas.
Si vemos en la fotografía el dibujo que hizo Eder, se entiende el truco. Consiste en pensar que tienes una caja en la cabeza. La abres, metes el pensamiento que no te deja en paz, y la cierras. A veces la idea es muy tozuda. Y aparecerá de nuevo. Pero no nos va a ganar. Cada vez que nos viene, la agarramos de la camiseta como si fuera un muñeco tonto y la devolvemos a la caja.
En el caso de Eder, la idea consistía en encerrar el problema del móvil en la caja hasta que llegara a casa, metiera el código de desbloqueo, y volviera a funcionar.
Por cierto, ayer Eder después de escuchar y hacer su dibujo, se tranquilizó y realizó un montón de divisiones, así que es una estrategia tan buena que hoy la aprenderemos todos.
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