jueves, 12 de marzo de 2009

LA INFANCIA: ANDAR Y HABLAR


Continuamos conociendo el cuerpo a través de los vídeos de la BBC. Terminada la infancia, la siguiente época en la que nos adentraremos será la adolescencia.


La INFANCIA abarca los cuatro primeros años de vida y aprendemos dos cosas esenciales: ANDAR y HABLAR.


Al nacer nuestro CRÁNEO no está totalmente cerrado y tenemos FONTANELAS. En ese momento estamos sin acabar ya que las neuronas de nuestro cerebro todavía tienen que acabar de conectarse.


Además, contamos con algunos REFLEJOS (movimientos involuntarios) como cerrar la mano o, cuando algo nos toca la mejilla, buscar ese objeto con la boca.


Esos reflejos son sustituidos por MOVIMIENTOS VOLUNTARIOS: aquellos que surgen en el cerebro y se transmiten por los nervios -una especie de “Seur” que va por todo el cuerpo- hasta llegar a los músculos que mueven los huesos.


El MOVIMIENTO suele comenzar por el GATEO, algo muy complejo porque hay que coordinar músculos y articulaciones. En torno al año de vida comenzamos a CAMINAR.


El segundo conocimiento esencial que aprendemos en la infancia es el LENGUAJE: cada día de nuestra infancia aprendemos 10 PALABRAS NUEVAS. Para producir una sola palabra el niño tiene que coordinar treinta músculos.


Por último, al final de la infancia, vamos aprendiendo a cumplir ciertas reglas y a relacionarnos con los demás. Sabemos lo que está bien y lo que está mal y, por ello, para ocultar lo incorrecto empezamos a emplear la mentira.

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